martes, 7 de febrero de 2012
Planilandia
En esta obra de Edwin Abbott, Planilandia, una novela de muchas dimensiones, se nos cuentan las aventuras y desventuras de un cuadrado en Planilandia, un lugar en el que todo es “plano”.
Un día, nuestro protagonista vive una experiencia turbadora, precedida de un sueño sorprendente. En dicho sueño, se encuentra en un mundo unidimensional, cuyos habitantes son puntos y rayas, capaces de moverse hacia delante o hacia atrás pero siempre sobre la misma línea (a la que llaman su mundo…). Cuando nuestro protagonista descubre que para los habitantes de Linealandia es inconcebible la idea de moverse a la derecha o a la izquierda (además de hacia delante o hacia atrás) intenta explicarle a la raya más larga de Linealandia (su monarca) la realidad de Planilandia. El Rey le toma por loco y ante su tozudez, nuestro amigo el cuadrado, pierde la paciencia pronunciando una palabras tan desafortunadas que todos los habitantes de Linealandia (incluido el rey) se arrojan sobre él. En ese instante el sonido de una campana le despierta del sueño.
Aunque no lo parezca, cada capítulo tiene una enorme carga social y religiosa, por lo que el que se anime a leerla debe saber que hacerlo con lupa y detenidamente es la mejor opción, puesto que las reflexiones plasmadas en Planilandia son dignas de ello.
En definitiva, esta novela puede ser una lectura amena y divertida, siempre y cuando no intentemos sacarle más partido, o una novela rebuscada, filosófica y muy pensada.
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